...del diario Vasco digital...
Al cumplirse un año de la victoria electoral de Bildu en San Sebastián, el gobierno municipal de Juan Karlos Izagirre ve frustrada una de sus principales apuestas: paralizar la estación de autobuses adjudicada hace mas de un año en el paseo Federico García Lorca (junto a la Estación del Norte) para dar lugar a un nuevo proyecto en Riberas de Loiola con el argumento principal de que en este lugar se reunía una mayor intermodalidad. Este factor empezo a decaer cuando se supo que los trenes de alta velocidad no podrían detenerse en Riberas de Loiola (al no poder construirse una playa de vías y un apartadero absolutamente necesarios) y tambien sufrió un fuerte golpe cuando Bildu (Ayuntamiento y Diputación) rechazaron apoyar el Metro de Donostialdea.

Pros y contras
El portavoz municipal del PNV, Eneko Goia, explicó esta mañana que había pros y contras en las dos ubicaciones, pero los argumentos en favor de Riberas "no eran de suficiente peso" como para variar el proyecto de Atotxa, aprobado por las instituciones y adjudicado a una UTE empresarial que ya ha cobrado 1,3 millones de euros por los trabajos previos realizados. "Nos reafirmamos en lo que el PNV ha estado defendiendo desde el comienzo de la legislatura: la ubicación de la estación de autobuses de Atotxa es la opción mas sólida y factible".
El portavoz del PSE, Ernesto Gasco, instó al alcalde a que "deje de marear la perdiz y a perder el tiempo" y "se ponga a trabajar para que cuanto antes comience la construccion de la estación de Atotxa" y advirtió que si Bildu tiene la tentación de "torpedear" o "paralizar" este proyecto su grupo se planteará la presentación de una mocion de censura este verano.
Las palabras de Gasco cobraban sentido por algo que los miembros de Bildu han insinuado en las negociaciones con los grupos de la oposición, y que ha recordado hoy el portavoz del PP, Ramón Gómez, relativo a que el ejecutivo local podría solicitar que se hiciera un estudio de impacto ambiental que no tiene el proyecto de Atotxa y que podría paralizar sine die su ejecución. Gómez entiende que lo que hay detrás de esa pretensión es un intento de "cargarse el TAV, porque si no se puede hacer la estación de autobuses tampoco se haría el parking de la estación del TAV lo que podría tener consecuencias muy graves para este proyecto clave para los donostiarras y los guipuzcoanos".
El gobierno municipal declinó hacer esta mañana comentarios sobre la decision del PNV de votar en contra de su proyecto de estación en Riberas.