Finlandia, un
modelo de educación divertido
Especialistas
mexicanos resaltan de ese modelo la peculiaridad de la libertad pedagógica,
aseguran se puede lograr una sinergia para generar resultados.
Posiblemente una
lección útil para México, y para América Latina en general, es aprender cómo Finlandia enfrenta los cambios
en el ámbito de la educación, donde la idea principal es que los alumnos
permanezcan motivados y listos para aprender.
Krista Kiuru,
ministra de Educación y Comunicación de Finlandia, visita nuestro
país y entre otras actividades y reuniones de trabajo con autoridades
educativas, participó en el seminario Fun Learning, en el que tuvo la
oportunidad de platicar sobre las cualidades que al parecer han llevado a este
país europeo, con sólo 5.4 millones de habitantes, a la vista de todo el mundo.
Un modelo basado en equidad social, gratuidad,
en no rivalizar ni competir por una calificación o puesto, podrían parecer las
claves para pertenecer a ese tan ansiado ranking, que desde el 2000 a través de
la prueba de PISA (Programme for International Student Assessment), puso a
expertos alrededor del mundo a analizar el modelo educativo finlandés.
“La idea de un
modelo innovador, porque los tiempos así lo requieren; con maestros altamente
preparados y reconocidos como la clave de la calidad de la educación y padres
comprometidos que mantengan una actitud positiva, son la clave de una educación
motivada, pero es importante que se entienda que el modelo finlandés se empezó
a construir en los 60 y 70, cambiar un sistema educativo no es de la noche a la
mañana, lleva décadas”, aseguró la ministra.
¿Un modelo fuera
de toda norma?
Con la premisa de
que no se conciben las políticas públicas en educación sin tener validez
científica, este país creó un modelo donde la escuela se empieza a los siete
años debido a que según sus resultados, las destrezas que se requieren para
aprender a leer y para comprender se desarrollan hasta esta edad; antes de ello
la prioridad es el juego.
Una vez que se accede a la enseñanza de la escuela, ésta se
realiza en grupos pequeños de no más de 20 alumnos y en un ambiente relajado;
se empieza con asignaturas instrumentales como educación física, finés y
matemáticas, para continuar con ciencia, historia y lenguas extranjeras, todo
ello en un proceso atribuido a la madurez del estudiante para recibir la
información.
Aunque puede
parecer que para conseguir estos niveles de educación se deben pasar muchas
horas en la escuela, en este modelo no es así, la escuela comienza entre 8:30 y
9:00 de la mañana, incluso en primaria hay días que sólo se tienen tres horas
de clase, al igual que la jornada escolar diaria, el año escolar es uno de los
más cortos de los países de la OCDE y el tiempo de recreo es el más largo, “la
idea es que lo educativo encaje también con el modelo social, no hay por qué
exigir presión para horas de entrada ni de salida, la idea es que la educación
sea integral y el alumno distribuya su educación de la manera más eficiente”,
destacó Krista Kiuru.
Además, no se
aplican pruebas estandarizadas, los alumnos sólo son evaluados por sus
profesores, con base en su criterio profesional con pruebas y otros
instrumentos elaborados por los propios docentes. En cuanto a los profesores,
éstos no son supervisados ni inspeccionados y sus evaluaciones se hacen por profesores
más experimentados, de los cuales reciben retroalimentación, pero no por ello
un pago extra.
El cerebro aprende en cualquier ambiente
El analista y
escritor en temas de política educativa, doctor Eduardo Andere, explicó que los
distintos métodos de enseñanza funcionan y que el cerebro aprende con
diversión, pero también asimila en contextos que no tienen que ver en nada con
la diversión, recalca que es una forma de aprender pero no necesariamente se
aprende más de esta manera.
“Si bien es cierto
que todos los modelos educativos tienen resultados, pues nuestro cerebro está
diseñado y preparado genéticamente para aprender en cualquier ambiente, ya sea
en modelos tradicionales o constructivistas, el enfoque pedagógico finlandés
tiene una peculiaridad, que es la libertad pedagógica”.
El doctor Andere,
quien se encuentra realizando una investigación sobre ambientes poderosos de
aprendizaje en potencias educativas mundiales, también refiere que el crear
políticas educativas que sigan a las características de los niños y maestros
con gran formación académica podrían ser aspectos que separen a Finlandia de
países que aún carecen de estas acciones en sus políticas públicas.
“No se puede traer
un modelo educacional tal cual, pero sí hay una gran sinergia entre cultura,
historia y sistema educativo que puede generar grandes resultados”, concluyó.
Aprender puede ser divertido
La metodología
finlandesa ha abandonado las memorizaciones típicas del sistema y hace énfasis
en la discusión y en la reflexión, en esta búsqueda de opciones educativas
Rovio Entertainment firma finlandesa conocida por ser la creadora de los Angry
Birds, presentó también la forma en que pretenden ser una herramienta lúdica y
emocionante para el aprendizaje.
“La mejor forma de
aprender es sentirte seguro y haciendo las cosas por voluntad”, así lo dijo
Sanna Lukander, vicepresidenta corporativa, luego de presentar este modelo
innovador que pretende “hacer gente adicta a vivir aprendiendo”.
Angry Bird
Playground es un sistema para niños de tres a seis años y está basado en el
programa educativo finlandés para jardín de niños. Trata que de forma “creativa
y divertida” los niños tengan otra opción de aprendizaje más allá del aula y
beneficiándose de la tecnología. Así “puedes amar lo que haces, elegir cómo
aprender, sentirte seguro, en un ambiente que te inspire y aunque cualquier
proceso es duro, a base de intentar varias veces pero sin presiones, poder
generar conocimiento”.